ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN
• DEFINITIVAMENTE SER MUJER ES SU ÚNICO MÉRITO. En qué poca agua se ahogan y qué fácil es que te den un reconocimiento, no por tu capacidad, por tus logros, por tus políticas públicas ¡no!, sino por ser la primer mujer en llegar a la presidencia de la República de tu país aunque la forma en que la ocupaste sea cuestionable y se especule que más que primer mandatario eres la vicepresidente. Pero así es esto, la revista TIME decidió que entre los diez finalistas como “persona del año” 2024 está la presidente con A. El mérito para ser considerada, fue por la importancia histórica de convertirse en primer presidente con A de México y primer jefe de Estado en la región de Norteamérica. No sé para ustedes pero para mí está gacho, sólo por tener vagina te consideraron. Otro gallo cantaría si el galardón fuera por robarse la Constitución, el Poder Judicial, el INE, las instituciones autónomas y todo aquello en que se finca el ejercicio democrático, cimiento de la vida republicana, ahí, definitivamente ella y su movimiento serían los triunfadores absolutos. La vicepresidente está enterrando décadas de avance democrático; desapareciendo los contrapesos y subordinando el Poder Judicial al Ejecutivo señales inequívocas de una dictadura, represión y opacidad.
• ENRIQUE PEÑA TAMBIÉN OBTUVO RECONOCIMIENTO DE TIME. Con la única gran diferencia que el ex presidente fue reconocido por el avance con su paquete de reformas estructurales, principalmente por la energética, que tenían como objetivo acelerar el crecimiento económico de la nación. Enrique Peña ocupó la portada de la publicación con título “Saving Mexico” (Salvado a México) acompañado de un subtítulo: «cómo las radicales reformas han cambiado la narrativa de un país manchado por el narco». El reportaje fue un recuento de los primeros doce meses de Peña Nieto en Los Pinos, la otrora residencia oficial. Haiga sido como haiga sido él fue reconocido por lo que hizo, gran…gran diferencia.
• ¿COINCIDENCIA? Vayan ustedes a saber si las amenazas de Trump “N” (¿fue o no declarado culpable de 34 delitos graves por falsificación de documentos?) surtieron efecto, pero se ve un cambio radical en el combate al crimen organizado, bueno de hecho lo hay. Si va a dar los resultados que se esperan, sepa, pero lo cierto es que todo pinta para bien porque es el trabajo de un verdadero policía, que atenderá las causas sí, pero también desarrollará labores de presencia e inteligencia para lograr tiros de precisión. Hay decomisos, arrestos y la certeza de que las fuerzas federales van a responder a los grupos criminales cuando éstos las enfrenten en operativos y detenciones de alto impacto. A dos meses de la llegada de la vicepresidenta se ve la respuesta de las fuerzas del orden. Su brazo derecho, Omar García Harfuch y su equipo hacen uso del trabajo de inteligencia, ese que le dio buenos resultados cuando fue titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México que lo llevó a la detención y desmantelamiento de organizaciones del crimen organizado como la Unión de Tepito, Cartel de Tláhuac y células del Cártel Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa. Al parecer si habrá un cambio verdadero en la materia para cumplir con uno de los principales anhelos de los mexicanos, vivir en paz.