• La concentración de gases en el tiradero de Tepatlaxco, seguramente aumentaron la filtración de contaminantes, dijo.

La presidente municipal, Angélica Moya solicitó a OAPAS realizar exámenes de calidad del agua en la Presa Madin para evitar que llegue agua contaminada a los hogares naucalpenses, aun cuando el municipio solamente depende del 5% del suministro de la misma, ante la explosión registrada el pasado 4 de julio en el basurero de Tepatlaxco.

Alrededor de 50 mil naucalpenses de Lomas Verdes 1ª,2ª y 3ª sección; La Luna; El Risco; Ampliación San Mateo Zona Norte; Paseo de Lomas Verdes; Soledad 1ª, 2ª, y 3ª sección de las Alteñas; Álamos; Jardines de Satélite; Santiago Occipaco y Boulevares, son abastecidos por el agua de la Presa Madin.Durante la 8ª Sesión Ordinaria del Consejo Directivo de OAPAS, la alcaldesa giró instrucciones para que el director del organismo Alejandro Vences realice las gestiones correspondientes para que CONAGUA –dependencia que administra el embalse-, garantice la calidad del agua que se suministra al municipio.

Aunque ese relleno sanitario no es jurisdicción municipal porque se hizo sin autorización del mismo en 2020, y es mayormente utilizado por la Ciudad de México, Naucalpan sufre las consecuencias de contaminación provocadas por su existencia.

Reiteró que su gobierno continuará con acciones legales para evitar la operación del vertedero, que, a falta de infraestructura para la filtración de gases y otros requerimientos, pone en riesgo también la calidad de agua de la Presa Madin y por ende a la población.

La basura libera sustancias tóxicas que contaminan el aire, el agua que desemboca en la Presa Madin y el suelo, afectando a la biodiversidad, al ecosistema y por supuesto a la salud humana.

El tiradero dañó el cuerpo de agua por derrames tóxicos y después de las explosiones seguramente aumentaron las filtraciones contaminantes, dijo.

Asimismo, consideró que el proceso de potabilización del embalse realizado por CONAGUA, no es suficiente para la remoción de los contaminantes derivados del relleno de Tepatlaxco que funcionó hasta el mes pasado como un tiradero a cielo abierto.