Por Alfredo Oropeza

México dio la mala nota en la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Cambio Climático (COP26), al desairar firmar la Carta de Compromiso Contra la Deforestación, signada por 105 países que se han comprometido por detener y revertir la perdida de los bosques y la degradación de la tierra hacia el 2030.

Este evento es la 26.ª conferencia de las partes, de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se celebrará este año del 1 al 12 de noviembre, en la ciudad de Glasgow, Escocia.

Los 105 países que rubricaron el acuerdo de reforestación representan alrededor del 85 por ciento de los bosques en el mundo. De entre los firmantes de tal declaración, destacan: Angela Merkel, Joe Biden, Boris Johnson, Xi Jinping, Jair Bolsonaro, Vladimir Putin, Justin Trudeau e Iván Duque, quienes se comprometen por apostar a proteger vastas áreas forestales, que van desde la taiga del este de Siberia hasta la cuenca del Congo, hogar de la segunda selva tropical más grande del mundo.

De los países firmantes, destacan también aquellos en vías de desarrollo que cuentan con amplias reservas forestales tropicales, como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala, Costa Rica, Vietnam, Indonesia, El Congo, Madagascar, Mozambique y Zambia, entre otros.

Mientras tanto, el Gobierno de 4Ta., de López Obrador, coloca a México en la deshonrosa lista de los países que se negaron a rubricar el histórico acuerdo, para revertir la deforestación mundial hacia 2030, acompañando las mezquinas posiciones ideológicas de las dictaduras nacional-populistas de países latinoamericanos como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Argentina.

La negativa de López Obrador, de que México firmara tal acuerdo, tiene un porqué que va más haya de posturas ideológicas, socialistas y populistas. Y está más sustentado en la necedad de sostener su caprichoso y opaco “programa estrella” de apoyo al campo: Sembrando Vida.
El programa “Sembrando Vida”, como todas las ocurrencias de López, es un programa plagado de opacidad y carente de reglas claras de operación, en el que se han vertido más de 70,000 millones de pesos, en sus tres años de operación, y que sólo ha fomentado la deforestación, la corrupción y el fraude.

México se encuentra en los primeros puestos de las listas internacionales de alerta de deforestación. El ritmo con el que bosques y selvas son arrasados en el país se ha acelerado más del doble en lo que va del gobierno de 4Ta., según un estudio reciente de Greenpeace. Los estados de Chiapas, Michoacán, Veracruz, Tabasco y la península de Yucatán son los más afectados, coincidentemente son los estados donde se ha concentrado la presencia de Sembrando Vida.

Es claro que el objetivo del programa de López no es medioambiental, pues no es un programa adscrito a la Secretaría de Medio Ambiente, si no a la de Bienestar, bajo la excusa que se combate la pobreza rural, la inseguridad alimentaria o la exclusión, a través del depósito de 5,000 pesos mensuales que se pagan a 450 mil sembradores, los cuales son distribuidos en una tarjeta de débito, una cuenta de ahorro y una cuota para un fondo destinado a obtener prestaciones sociales.

Sembrando Vida finalmente se devela como otro de los programas electoreros del gobierno de 4Ta., con la lógica de generar dependencia de los subsidios públicos sin ampliar la base de la inversión social, ya que, no se generan incentivos para la producción maderera o frutal, porque sólo pagan por sembrar, no para producir.

Una investigación de CNN Expansión, reveló que de enero de 2019 al mes de agosto de este año, más de 51 mil campesinos han sido expulsados del programa por presuntas irregularidades, sin darles el derecho de audiencia. La mayoría de los sembradores excluidos del programa acusan represalias por haber denunciado clientelismo electoral, condicionamiento del apoyo, desvío de recursos, sobreprecio en el costo de las obras o por sustituciones exprés por otros beneficiarios.

Además, el programa se conduce con opacidad en el ahorro y salto a las reglas, donde la administración federal no ha reportado a los sembradores el estatus de más de 4 mil 200 millones de pesos que se les han retenido.

Así la crónica de la participación de la delegación mexicana en la COP26, en la que el gobierno de López Obrador se excusa de comprometerse a revertir la deforestación de los bosques y selvas de México, ante el mundo; mientras que, su programa insignia (Sembrando Vida) propicia la deforestación y sólo siembra opacidad, corrupción y fraude.