ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN
• GUERRA vs ABRAZOS NO BALAZOS. Copy-paste lo sentenció: “no habrá guerra contra el crimen organizado” lo que puedo traducir en “chicos están a salvo”, posiblemente no sea tan evidente y ni tan cínica ya la protección del gobierno federal, aunque no olvidamos que con su dinero logramos comprar los puestos en el gobierno que nos permitirán extender nuestro manto sagrado para protegerlos, por lo que hagan lo suyo que nosotros nos haremos de la vista gorda. Critican la guerra implementada por el expresidente Felipe Calderón, una guerra ficticia porque jamás alcanzó éxito y para López y ahora para copy-paste el resultado de ello es la violencia que se registra en el país, linda manera de justificar su estado fallido. Pero debe quedar claro que sus abrazos y no balazos en nada ayudaron tampoco, porque lo de antes es peor ahora. La presencia e importancia del Ejército es evidente, pues los miembros desplegados pasaron de casi 50 mil con Calderón, a alrededor de 130 mil con Enrique Peña Nieto y hasta más de 150 mil con López Obrador —contando al Ejército y efectivos de la Guardia Nacional, institución que pasó de ser una promesa electoral para restar presencia al Ejército a un cuerpo de mando militar—, lo cual, obviamente, no sucedió. Calderón Hinojosa inicia su guerra al mandar al ejército a las calles y convertirlos en policías y en ¿dónde está la diferencia con lo que vivimos hoy? Los castrenses no regresaron a sus cuarteles, por el contrario, ahora son también grandes constructores de obra pública, guardianes de puertos y aduanas o muro contra inmigrantes. Tanto la guerra como los abrazos no balazos fallaron, pero por lo menos en el primer caso se hizo la faramalla, pero en los últimos seis años, fue evidente el compadrazgo de éstos con los gobiernos federal, estatales y municipales.
• BIG, BIG MISTAKE. No cabe la menor duda, las redes sociales pueden ser el cielo o el infierno, porque no tienen clemencia con nadie y si uno tiene la piel tan delgada como para hacerles caso, neta se vuelven la peor pesadilla. Hemos visto como las redes hacen de un hashtag un trending topic, ejemplos hay muchísimos, pero no hay que entrar en detalles vamos a un #NarcoPresidenteAMLO; #MinistraBurra o el último #Presirvienta. Lo curioso del asunto es que las mañaneras se han destinado a darles muchísima importancia; los afectados muestran su disgusto por los mismos y lo único que provocan es que se viralicen más porque hacen público que ello los enfurecen. Entonces, uno se pregunta ¿por qué no les aconsejan hacer caso omiso? Si copy-paste o Lenia Batres hacen público que les molestan sus hashtags lo único que provocan que es que se empleen mucho más y así seguirán por los meses de los meses amén, ya vieron lo que sucedió con el de López, fue una reverenda bomba, él que en su momento se sintió el rey de las redes, casi casi un influencer, no fue tanto, pero si trendig topic por casi un año con el #NarcoPresidenteAMLO. Ahora copy-paste sigue sus pasos (lo cual no es raro porque es él en mujer) y hace pública su molestia por el #Presirvienta. Si se vendieron para ser personajes públicos aguanten vara.