ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN
• SE LE QUEMAN LAS HABAS. A diferencia de Isaac Montoya, la alcaldesa de Naucalpan, Angélica Moya Marín es una mujer que respeta los tiempos y las formas, pero principalmente las leyes y si está establecido que el cambio de gobierno se realizará el primero de enero del 2025 al minuto uno, así será, ni un segundo antes ni uno después a pesar de que al morenista se le quemen las habas para llegar a barrer con lo que pueda. No es Patricia Durán ¡a Dios gracias! y, sin temor a equivocarme, la presidenta local, Moya Marín tendrá la cortesía de estar presente para hacer la entrega-recepción correspondiente a Montoya Márquez. Su equipo estará con las pilas puestas en las reuniones de transición cuando sea el momento y con todo en orden. Lo anterior viene a colación porque el discípulo de Edgar Olvera, de David Sánchez Guevara y de los miembros fundadores del cártel inmobiliario de Naucalpan, José Luis y Patricia Durán, está presionando con cinco meses y medio de anticipación, según él por las renuncias en cascada, claro, la de Pablo Rosas, como director general de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura, ¡si son un chorro!
• EL LEON CREE QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN. Muy cierto es que luego de su derrota en las elecciones del 2021, a Patricia Durán le valió gorro el municipio y sus trabajadores, tanto que los servicios públicos brillaron por su ausencia (aunque hay que ser realistas nunca los hubo); pero Angélica Moya no es igual, hay códigos postales señores y señoras; tan es así que reanudará los Martes Ciudadanos para continuar escuchando a los vecinos en los cinco meses y medio que aún le quedan al frente del ayuntamiento; hay trabajos de bacheo y repavimentación; cambios de luminarias, recolección de basura, poda de árboles, etc., etc., lo único diferente, es el ambiente de tristeza que se respira en las calles y segura estoy que un par de meses los naucalpenses se darán cuenta de su BIG, BIG MISTAKE (en español gran, gran error); se van a arrepentir como de sus pecados.
• SEGURO HABLA POR EXPERIENCIA. Según Isaac Montoya, con seis meses de espera, la ciudadanía está inquieta y preocupada y sí, lo están, pero nada más de pensar que MORENA, se vuelve a adueñar de Naucalpan, claro hablamos de aquellos a los que las dádivas no los alcanzaron. Angélica Moya está preparada para irse cuando la ley lo marca, y seguro no lo hará desfalcando las arcas pública, pues ni que fuera Patricia Durán que dejó de pagar 7 quincenas a los trabajadores; heredó una deuda de 3 mil 800 millones de pesos (Moya Marín en lugar de aumentarla, la disminuyó); dejó sin sello fiscal al municipio, en el buró de crédito y en pocas palabras totalmente saqueado y sucio. Eso fue el municipio, pero vayamos a OAPAS, endeudado hasta las cachas en 1,800 millones; con el ISSEMyM; con proveedores; con Hacienda, con 20 pozos inoperantes (los cuales ya funcionan); plantas de tratamiento saqueadas de las que se llevaron hasta los cables que ya fueron reemplazados y un sinfín de raterías. Claro, al organismo le faltó tiempo para levantarse y es una lástima porque iba en el camino correcto. Y ya me platicarán si el agua llega ya a borbotones a los hogares naucalpenses como se los prometió Morena ¡aja! Nunca entendieron que el recorte era del gobierno federal al municipio, porque prefirió invertir en un Tren Maya, en un Aeropuerto, en una Refinería en lugar de infraestructura y presas. Sin esas faraónicas e inservibles obras se puede vivir, pero sin H2O no.