ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN

CERO AUTORIDAD MORAL. ¿Cómo es posible que una plagiaria como lo es Jasmín Esquivel Mossa pida la renuncia de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández? Es más me ardería la cara de vergüenza tan siquiera de aparecer en la escena pública, en donde sus cartas credenciales han sido más que señaladas y peor aún no ha podido comprobar lo contrario. Supuestamente la petición se sustenta en la mala interlocución que la ministra tiene con los poderes ejecutivo y legislativo ante la reforma al Poder Judicial de la Federación. Esta justificación es tan absurda como decir que Lenia Batres está a la altura del puesto que ocupa. La regada de tepache de Esquivel Mossa, como era de suponerse, fue recibida con críticas. Algunos legisladores de la oposición han señalado que “la usurpadora” no tiene la autoridad moral para pedir la renuncia de Noma Piña, especialmente debido a las acusaciones de plagio en su contra. Lo preocupante es que en medio de la crisis que vive el Poder Judicial y de los foros abiertos para discutir la reforma planteada por López Obrador, Esquivel Mossa pidiera de manera “privada” (ya no lo fue tanto ¿verdad?), la renuncia de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Representantes de la 4T lanzaron una ofensiva para destituir a Piña Hernández al frente de la SCJN; sin embargo, para lograrlo son necesarios al menos ocho votos de los ministros de la Suprema Corte, de acuerdo con lo publicado, esta solicitud por parte de Esquivel tiene como propósito una dimisión voluntaria para no tener que llegar a este escenario. Y ¿quién quedaría en su lugar? ¿Lenia Batres?

AY QUE BARATO. ¿Nada más 3 mil 500 millones? Ah! bueno, menos mal, total, si hay algo que sobra en este país son recursos para tirar a la basura y si López Obrador ya lo hizo con sus inútiles obras que más da otro piquito. Como ellos no tienen que poner de su bolsa sino los demás tarugos que pagamos impuestos, pues qué más da. Al respecto los líderes de oposición han expresado su preocupación por el costo y la viabilidad de esta propuesta y argumentan que podría comprometerse la independencia del Poder Judicial. Bueno ese ya está comprometido desde hace mucho, nada más tenemos que el mismo López reconoce el servilismo de Arturo Zaldívar. En tanto, la sociedad civil – ahora todóloga, lo mismo puede opinar sobre aeronáutica como de encarcelamientos y reformas-, está dividida. Algunos apoyan la idea de reformar el Poder Judicial, pero no porque sepan en que consiste sino porque siempre han sido borregos, en tanto, otro importante sector teme que la politización del proceso de elección afecte la imparcialidad de los jueces y ministros

LA ROPA SUCIA SE LAVA EN CASA. Javier Lozano y Marko Cortés, aún dirigente nacional del PAN, se pelaron en el programa de Carlos Alazraki en Atypical Te Ve. El primero reclama al segundo los malos resultados obtenidos en su gestión como líder de Acción Nacional. Lo llamó pésimo dirigente y cobarde. «La gente se tiene que enterar quién eres, cabrón», le reclama. Como era de suponerse Marko Cortés le revira. Este pleito público dio pie a que muchos metieran su cuchara y hasta López Obrador opinó al calificarlo como un conflicto de cúpulas y decir “cuando se reparte mal el botín hay motín”. Seguramente él lo ha distribuido bien, porque todos le rinden pleitesías y lealtad. Lo cierto es que este enfrentamiento se da en un contexto donde el PAN busca consolidarse como una oposición fuerte frente al gobierno de López y las críticas lo único que hacen es debilitar la imagen del partido y su capacidad de actuar como una oposición unida. ¿Acaso no han escuchado eso de que la ropa sucia se lava en casa?

NO PUEDO DEJAR DE SOLTAR MI VENENO. Nada más paso a decirles algo. La vicepresidenta más o menos la llevaba con los nombramientos para su gabinete, pero si se la rayó con Rosa Icela Rodríguez en Gobernación y Mario Delgado en Educación, ¿qué credenciales tienen? Solo el 90% de lealtad y el 10% de capacidad para esos puestos.