ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN
EL LEÓN CREE QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN. Por la madrugada del sábado se registró un incendio, sin consecuencias más que materiales, en el Palacio Municipal de Naucalpan, Estado de México, derivado de un corto circuito en un tablero, según informó Comunicación Social del Ayuntamiento. Como era de suponerse inmediatamente salió el que llegará a saquear el municipio a partir del primero de enero -claro ya que se enderezó un poco la casa y de nuevo hay dinero-, el morenista Isaac Montoya con sus especulaciones y acusaciones conspiracionistas, al parecer olvida que fue la antecesora de Angélica Moya, su compañera de partido, Patricia Durán, la que saqueó las arcas con 3 mil 800 millones de pesos. Fue Moya Marín la que puso todo su empeño, compromiso y transparencia, junto con su tesorera Ana Patricia Murguía, en sanear las finanzas de Naucalpan (neta que mal agradecidos son algunos naucalpenses, pero llorarán lágrimas de sangre por la mala memoria que tienen y por dejarse comprar) y ahora sale Isaac Montoya con tarugada y media y ¡claro! ¿qué podría esperarse con una mentalidad que no va más allá del tlacoyo con salsa verde? El león cree que todos son de su condición y bien valdría la pena recordarle al morenista que fue Patricia Durán quien ni siquiera se presentó a la entrega recepción y a lo largo de estos años han salido todos sus trapitos al sol, porque ella, si escondió documentación y seguramente lo mismo hará Montoya Márquez. Recordemos 90 por ciento de lealtad canina y 10% de capacidad. Además ¿quién es el que estará acompañado de personas tan nefastas como Edgar Olvera, David Sánchez Guevara y los hermanitos inmobiliarios de Naucalpan, los Durán Reveles? Pues él, nadie más que él. Así que, es mejor no escupir al cielo.
PERO, ¿POR QUÉ SE ENOJA? Ya es costumbre de López Obrador arremeter en contra de los medios de comunicación o de aquellos quienes han sacado los trapitos al sol de sus hijos, familiares y amigos. Y no se atrevan a cuestionarlo o criticarlo, porque desata una verdadera cacería. Desde que comenzó junto con Claudia Sheinbaum sus mentadas giras de fines de semana, lo dijimos, es algo enfermizo y muestra de que no soltará el poder, ¿cuándo se había visto semejante atrocidad? El New York Times (deberían oír como lo pronuncia, es de risa loca, bueno no sé qué está peor, si eso The Wall Street Journal). El meollo del asunto es que el reportaje (él dice que es editorial) cita las opiniones de varios analistas que coinciden en señalar que lejos está de ser el hombre que dejará el poder y eso preocupa a los mercados. Obvio lo veíamos venir y ha dado muchas muestras de ello. Muchos dudan de que se dirija a un retiro silencioso. López Obrador es conocido como un líder polarizador con una vena autoritaria que ha concentrado el poder en la presidencia. La oposición y algunos inversores temen que convierta su exuberante hacienda en oficina que pueda para manipular a Sheinbaum a partir del primero de octubre.
ES UNA REVERENDA VERGÜENZA. De verdad hay gente que debería permanecer en las sombras o ser muda, porque cada vez que abren la bocina riegan el tepache de una manera que son de vergüenza ajena. En esa situación está Lenia Batres, que no sé quién le dijo (bueno tengo una ligera idea) que estaba capacitada para ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México y peor aún ahora escupe una sarta de idioteces en los diálogos nacionales para las mentadas reformas del sistema judicial. Además de que, según ella, solo se amparan los ricos para no pagar impuestos. Es obvio que su misión, además de hacer el ridículo, es sostener una narrativa de denostar, mentir y mermar el Poder Judicial Federal para cumplir la misión por la que llegó a ese lugar. Solo que olvida, o a lo mejor le vale, el primer acto de corrupción es ocupar un puesto para el que no se está preparado y ella, reúne los requisitos.