• El candidato Raciel Pérez se ‘voló la barda’ haciendo acusaciones infundadas para tratar de ganar puntos en encuestas.

Desesperado porque su campaña no levanta y menos ante la cercanía de las elecciones del próximo 2 de junio, el candidato de morena a la alcaldía, Raciel Pérez Cruz, pretende subir en las encuestas haciendo acusaciones basadas en simples suposiciones y busca victimizarse como resultado de su delirio de persecución.

Pérez Cruz, acusó al comisario de Seguridad Pública, Arturo Centeno, de estar coludido con la delincuencia organizada, al suponer que los delitos que se cometen en el municipio afectando el patrimonio de las personas, son (porque él así lo dice) el resultado de la complicidad del jefe policiaco y de algunos de sus mandos con esas células criminales.

“En esa colusión, lo señalo públicamente, está el señor Arturo Centeno; lo señalo de frente, porque ya recibí amenazas y no me da miedo, el presidente municipal de Tlalnepantla debe tener carácter y determinación para enfrentarse a ese tipo de intereses y defender a la ciudadanía”, indicó.

Sin embargo, el abanderado de morena no probó su dicho, ya que no presentó una sola prueba de sus temerarias afirmaciones sobre los mandos de la policía municipal, puesto que partió solamente de sus conjeturas y de su afán de desacreditar al gobierno de esta ciudad, con tal de recuperar algo del mucho terreno que ha perdido ante el candidato de Fuerza y Corazón por el Estado de México, Marco Antonio Rodríguez Hurtado, quien avanza a paso firme hacia su reelección.

Sabedor de su inminente derrota, Raciel Pérez, incapaz de poder ganar la presidencia municipal, ya habla de una “compra de votos” y de la “danza del dinero en el PRI”, para encaramar a la cabeza del ayuntamiento a su adversario, el alcalde con licencia, Tony Rodríguez. Pero tampoco presentó evidencia alguna de tal situación.

En su delirio, clasificó al gobierno del candidato Tony Rodríguez como “gobierno de facto”, lo que no corresponde con la realidad, ya que la mayoría de los tlalnepantlenses votaron por el priísta en 2021 y le dieron la espalda al morenista, quien defraudó las expectativas de una ciudadanía que creyó que existiría un cambio en el municipio.

“Hay una orgía de corrupción en el palacio municipal, hay gente ya drogada de corrupción y no sé cómo van a enfrentar el síndrome de la abstinencia ahora que los derrotemos”, se ufanó de decir, igualmente sin exhibir documento alguno, que acredite la supuesta corrupción.Lo mismo sucedió cuando afirmó según él con mucho conocimiento de causa que “el señor Marco Antonio Rodríguez duerme en el fraccionamiento Club de Golf La Hacienda, tengo copia de las escrituras», copia que no mostró a los representantes de los medios que acudieron a su rueda de prensa, ni tampoco de otros bienes “valuados en millones de dólares”, como un rancho en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Se atrevió incluso, a decir que el candidato Marco Antonio Rodríguez, “está drogado” y que “ya está disociado de la realidad”, creyéndose un psicólogo autorizado para determinar el nivel de salud mental de su contrincante, demostrando que no tiene fundamentación lo que argumenta y que sus comentarios son solamente producto de su imaginación.