En la historia del Estado de México decenas de personajes han hecho su forma de vida por décadas con base en la “extorsión de cuello blanco”, aprovechándose de los medios de comunicación hacen sus 5 minutos de fama al exponer un tema que en la mayoría de los casos resulta infundado, pero en realidad el propósito es lograr jalar recursos del erario público a cambio de silencio comprado.


De manera particular en Tlalnepantla diversos personajes han vivido de extorsionando a los gobiernos municipales, uno de ellos el “ingeniero” José Luis Cortés Trejo (quien por cierto no tiene antecedentes académicos en el Registro Nacional de Profesionales), desde la década de los 90´s encabezó movimientos que luego extrañamente abandonó.


Algunos de ellos el kínder Cellic-Callic en Pirules que acérrimamente con un grupo de personas defendía, y tiempo después se hizo a un lado, para dejar libremente paso a que se construyera una universidad privada en un predio que albergaba un jardín de niños público.


Algunos años después José Luis Cortés Trejo, el sediciente “ingeniero”, abanderó el movimiento de oposición por la venta del campo de futbol del pueblo de San Andrés Atenco, el único campo deportivo con el que contaba la comunidad y se construyó una de las primeras tiendas Soriana del Estado de México, luego de que el “ingeniero” se hiciera a un lado extrañamente.


Luego trascendería por los ejidatarios que del Ayuntamiento de Tlalnepantla, entonces gobernado por Ulises Ramírez salieron 3 millones de pesos, cuyo destino fue para apoyar a los ejidatarios tras acceder a la venta del inmueble en Avenida de los Maestros, los cuales no recibieron ellos, desde luego.


El “ingeniero”, también tuvo su historia en Tepeolulco, donde se comprometería con un grupo de unos 50 vecinos a regularizarles su predios, sin que haya movido siquiera un dedo para ayudarlos, y sólo los engañó.
Promovió José Luis Cortés a principios de la década de los 90 la toma ilegal y clandestina del Cerro Tulpa que se encuentra entre Balcones y Valle Dorado.


Cortés Trejo, también denunció al exgobernador Arturo Montiel, su ex esposa y a dos de sus hijos en octubre de 2005, por enriquecimiento ilícito, abuso de atribuciones, peculado, enriquecimiento ilícito, operaciones con recursos de procedencia ilícita y lo que resulte.


Pero extrañamente presenta la denuncia ante la entonces PGR (hoy FGR), llamando la atención de los medios de comunicación, ya que la institución dio entrada a las demandas penales iniciadas contra el ex gobernador Arturo Montiel Rojas, su esposa Maude Versini, y dos de sus hijos, y las turnó a la Unidad Especializada en Investigaciones de Delitos Cometidos por Servidores Públicos contra la Administración de Justicia.


No obstante y de manera extraña, meses después el perredista Cortés Trejo, se hizo el desaparecido y entonces guardó silencio, qué haya pactado?, que habrá ganado o recibido a cambio de no seguir con esas demandas?, sólo él lo sabe y queda en la duda.


Pero pareciera que para Cortés Trejo, se volvió una forma de vida el pegar y estirar la mano: demandó al extinto Rubén Mendoza Ayala, por el salario asignado al personal del DIF; lo mismo hizo con Arturo Ugalde, luego con Denisse Ugalde, y accedieron a sus perversas negociaciones de entonces.


Por lo anterior ahora busca presionar a las autoridades locales para que caigan en el mismo juego mediante el uso de los medios de comunicación, y demandas improcedentes y carentes de sustento.