ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN

• COMO ANILLO AL DEDO. Cuando escucho hablar a la diputada española, Cayetana Álvarez Toledo sobre la politización de la ignorancia, irremediablemente pienso en López Obrador, quien hizo de la mediocridad y del analfabetismo el combustible de su gobierno. Para él la ignorancia representa votos, de hecho así lo hizo saber y así fue; convirtió a la política de nuestro país en un sitio donde proliferan los payasos, los peleles, los patanes y criminales, sin el menor recato, y por desgracia, no veo que eso vaya a cambiar en el futuro, nada más escuchar a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez decir que en México, Genaro García Luna tiene tres órdenes de aprehensión por su participación en el operativo “Rápido y Furioso”, uso indebido de atribuciones y facultades, así como por contratos otorgados de manera irregular de 12 centros federales de readaptación social bajo el esquema de participación con la iniciativa privada, es como dar patadas de ahogado ante la arrastrada que EEUU les puso. Muy chido de verdad, nada más que ninguna de esas acusaciones es por narcotráfico y 10 años después, ¡ya en serio! Neta háganse un favor y no se hundan más, ni exhiban sus fracasos, porque es un hecho que aquel gobierno, como el actual, menosprecian la ley, decidieron apapachar a la delincuencia y vivimos las consecuencias, pues han permitido a los criminales quedar impunes al pactar con ellos, peor aún, se dejaron comprar con su dinero mal habido.

• YA DEJEN DE DECIR SEMEJANTE TARUGADA. Justifican la reforma al poder judicial diciendo que 36 millones de mexicanos votaron el pasado 2 de junio por ésta, lo cual es una más de las enormes mentiras que dicen, si esa cantidad de personas sufragaron fue por seguir recibiendo sus programas sociales, lo demás les interesa sorbete, es más si su futuro no les importa mucho menos que dentro del poder judicial vayan a pulular los improvisados para poder someterlos al ejecutivo. Gente que conozco a quien la estupidez y el conformismo los acompaña a diario, votaron por MORENA y entienden un carajo de la reforma al poder judicial, de hecho les importa tres metros de chorizo. Personalmente, en aquella ocasión, no voté porque no se aprobara la reforma (sabía que era una guerra perdida), era como mezclar la leche con la magnesia, sino para salvar a México de la dictadura. La realidad es que la venganza de López se consumó.

• ¿SI SERÁN LAS ESCUELAS LAS CAUSANTES? Por millonésima vez, la Secretaría de Educación Pública anuncia que en los planteles se dejará de vender comida chatarra y me preguntó ¿si serán las cooperativas de los planteles las causantes de esos niveles de obesidad que existen en el país? ¿O serán los hábitos alimenticios que se tienen en cada uno de los hogares? Es muy curioso, cuando se ve a un niño o niña con un gran sobrepeso, detrás de él o ella hay, seguramente, un papá, mamá y hermanos, exactamente igual. No están para saberlo, pero de todas maneras se los voy a decir, lo veo en casa de mis hermanas, quienes han enseñado a sus hijos buenos hábitos alimenticios y eso no quiere decir que de vez en cuando no se coman unas papas o uno de esos productos que tienen seis sellos y elevados impuestos y que ni así dejan de consumirse. Los chavitos cuidan su alimentación, hacen ejercicio, no tienen vicios y ¿saben por qué? Porque sus papás son exactamente iguales. También prohibir a los chamacos ese inmenso placer que te da la comida chatarra es contraproducente, como todo en la vida, siempre con moderación. Claro, las escuelas tienen un rol importante en enseñar lo que una alimentación inadecuada puede ocasionar, pero si en casa no existe nada más que azúcares, grasas y carbohidratos, ¿pues qué se puede hacer? Todo es cuestión de educación, la que viene desde los hogares.