ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN

• LA FORMA EN LA QUE SE LLEGA AL PODER, DETERMINA LA MANERA DE GOBERNAR. Ahora sí que entren todos y salgan como puedan. Fue Sergio Fajardo, docente, académico, matemático y político colombiano quien se aventó está frase que me parece más que representativa de lo que estamos viviendo, no sólo a nivel federal, sino también en los estados, municipios y alcaldías, porque no creo que exista un solo triunfo que haya sido ganado legítimamente. Pero regresando a Sergio Fajardo y para que vean que no nada más abrió la boca por abrirla como hacen aquí, fue alcalde de Medellín durante el período 2004-2007, electo con la votación más alta en la historia de la ciudad. Por fuera de la estructura política tradicional, lideró un movimiento cívico independiente, «Compromiso Ciudadano», que en el ejercicio del poder ha tenido los niveles más altos de aceptación y popularidad en la historia de la ciudad y del país. Recibió el Premio como el Mejor Alcalde de Colombia en 2007. Basándome en su frase, el pasado 2 de julio, no hubo proceso electoral desde la presidencia hasta la elección de presidente municipal o alcaldes citadinos, donde no se registraran anomalías: casillas en las que funcionarios fueron sustituidos indebidamente por personas que no pertenecían a la sección electoral correspondiente; se rebasaron los topes de campaña, lo que constituye una causal para anular la elección; uso indebido de programas sociales para influir en la decisión del voto otra causal de nulidad de la elección; compra de votos, no sólo con los programas sociales sino el mismo día del sufragio donde se pagó en efectivo en varias casillas a votantes; actos anticipados de campaña y también actos proselitistas durante el periodo de veda. Por donde le vean, la forma en que todos esos que dicen hoy que ganaron limpiamente tienen bastante sucio el rabo y estarán marcados precisamente por eso, por la forma en que llegaron al poder, así será su manera de gobernar.

• PRESUME COMO SI FUERA PARA HACERLO. Si tuviera vergüenza y me queda claro que no la tiene, López no presumiría las remesas como logro de su gobierno, porque es todo lo contario. Si se van a los Estados Unidos es a buscar lo que aquí no tienen. Lo que sí es un hecho es que las remesas, representan el segundo ingreso de divisas al país, después de los ingresos aportados por la industria automotriz, y desde luego supera con mucho los petroleros y los del turismo. Tanto él, como las administraciones anteriores, han obligado a más de once millones de mexicanos a irse a los Estados Unidos. Cuando el invasor de Palacio Nacional dice “vamos a tener remesas récord de alrededor miles de millones de dólares” que van a millones de familias, se debe entender que son recursos que representan el sustento de más de 50 millones de mexicanos que pueden vivir con decoro, porque alguno de sus miembros tuvo que migrar, para conseguir la subsistencia de los suyos lejos de ellos y de su país, lo que no es algo para sentir orgullo. En realidad, las cifras sobre el ingreso de divisas que por la vía de las remesas ingresan al país, son una vergüenza y representan el fracaso del Estado Mexicano y los gobiernos de las pasadas cinco décadas, en crear un modelo de desarrollo que generara oportunidades de desarrollo para su población, por la ruta del crecimiento económico y la justa repartición de la riqueza. Lo más curioso es que, lo único que puede presumir como logro de su administración, está muy lejos de serlo.