Por Alfredo Oropeza
Entre aviones y aeropuertos encontramos las peores pifias y engaños del presidente López Obrador y su fallido gobierno de 4Ta.
Si remembramos, los acontecimientos más escandalosos de su gobierno giran entorno a la aeronáutica en México. Primero, la cancelación de la obra del Aeropuerto en Texcoco, bajo el argumento de quitarle los negocios a los que fueron los principales ganones de las obras y contratos durante el sexenio de Peña Nieto. Lamentablemente, tal acción conllevó a perdidas millonarias para el gobierno federal, que se estiman de alrededor de 71 mil millones de pesos, por la cancelación de una obra con avance del 35%, más largos litigios y costos indirectos.
Con esta acción, López inicia la perfecta escenificación intitulada: “El aeropuerto que no fue y el que no será”, pues al cancelar la obra en Texcoco se encapricha con la ocurrente idea de construir el nuevo aeropuerto en la Base Aérea de Santa Lucia, en lo que será el Aeropuerto Patito Felipe Ángeles.
El costo del Aeropuerto “Mi Alegría” se estima rondará alrededor de los 300 mil millones de pesos. En un informe de acumulación de costos del proyecto caprichoso, impulsado por López, evidencia que el aeropuerto patito saldrá más caro que haber concluido la terminal aeroportuaria en Texcoco, por un monto superior a 700 millones de pesos.
Obra que es ejecutada, además, por el mayor contratista del Gobierno de 4Ta. que son las Fuerzas Armadas. Los cuales, haciéndole comparsa a López Obrador, montaron la escena de los avances e inauguración de una de las pistas a medio terminar, el pasado 10 de febrero, con pretexto de la conmemoración del Día de la Fuerza Aérea Mexicana.
Otra historia de necedad, capricho y derroche presidencial, es la comedia del Avión Presidencial, del cual, el presidente López se rehusó a utilizar bajo la falsa bandera de la austeridad. Dicha aeronave se pretendió vender y, ante el fracaso de recibir una oferta interesante, surgió otra ocurrente idea del mandatario: Rifar el Avión Presidencial.
El gobierno de 4Ta. montó todo un espectáculo para rifar un avión que no sería rifado, es decir, el premio finalmente no sería la entrega y liquidación definitiva del Avión, sino 20 premios de 100 millones de pesos, que equivaldrían a 2 mil millones de pesos en efectivo. Dicho espectáculo terminó siendo un fiasco y un fraude, pues solo se pudieron vender el 63.6% de los boletos y, tras la rifa, a la Lotería Nacional le faltaban aún 100 millones de pesos para cubrir los premios.
Al final, el Avión Presidencial ni se vendió, ni se rifó y continúa aparcado en los hangares de la Fuerza Área Mexicana, camuflajeado como avión militar, para evitar la vergüenza del Gobierno, en sus inútiles intentos de deshacerse de él. Actualmente, el costo de adquisición del Avión Presidencial fue de alrededor de 4,500 millones de pesos; en tanto que, su mantenimiento y servicios le cuesta al país 250 mil pesos por hora.
Si a lo anterior, le sumamos los costos de los vuelos comerciales de los viajes del presidente y sus comitivas, más las incomodidades que genera el operativo en terminales aéreas para su resguardo, en el teatro populista, está saliendo más caro el caldo que las albóndigas.
No sólo la escenificación del primer aterrizaje de un avión y cuatro vuelos comerciales, en la pista a medio terminar de la Base de Santa Lucía, ha sido el único show montado por el Gobierno de 4Ta. También, cabe recordar el espectáculo montado el 23 de diciembre, en el Aeropuerto de la Ciudad de México, donde los secretarios de Salud y de Relaciones Exteriores actuaron magistralmente e hicieron pirotecnia con la recepción de 3,000 dosis de vacunas contra el Covid-19, después de haber prometido que serían 1.4 millones de dosis.
Desde entonces, dejaron de brillar los espectáculos de recepción de nuevas dosis, porque los laboratorios dejaron de enviar las vacunas a México, no por la sobredemanda o la escasez de las fórmulas, sino por la desorganización y falta de previsión presupuestal del Gobierno. Hasta el día de ayer, que con una muestra de generosidad, que podría interpretarse de como un acto de caridad, el Gobierno de la India nos donó un embarque de 870 mil vacunas de AstraZeneca.
Es así, como las pistas de los aeropuertos se han convertido en pistas de circo mediático para la 4T; y como el presidente López ha sido recurrente en los espectáculos de malabares aéreos, rifas y shows cómico-mágico-musicales, con el único propósito de darle el avión a su público cautivo.