ALEJANDRA MUNGUÍA CAMBRÁN
• ¡FELIZ AÑO NUEVO, LES DESEA LA 4T! No hay nada mejor que comenzar el año chambeando para no tener malos pensamientos; lo malo es que no hay buenas noticias, el 2025 nos recibe con un ¡gasolizano! al puro estilo neoliberal. ¡Ay no perdón!, ajuste inflacionario. No es que quiera que se repita la historia pero me sorprende la pasividad con la que todos los mexicanos tomamos los constantes incrementos en los combustibles desde la llegada de la 4T, pues aún recuerdo el primero de enero de 2017 cuando el alza fue especialmente fuerte, con un incremento de alrededor de 20 por ciento en los combustibles, lo que ocasionó gran molestia social, al grado de que el Presidente Enrique Peña Nieto tuvo que salir a dar un mensaje a la nación para explicar la medida. Las protestas incluso se tornaron agresivas: los bloqueos y enfrentamientos con la policía se registraban en diversos puntos. El reclamo que venía desde la sociedad civil hasta del sector empresarial era el mismo: frenar la liberación de los precios de los combustibles.
• LA PROMESA NUNCA SE MATERIALIZÓ. Andrés “N” no se cansó de prometer que los precios de la gasolina no subirían si llegaba al poder, es más costaría 10 pesos por litro, llegó pero no cumplió, como en muchas otras cosas, ¿verdad? A lo largo de su mandato, insistió en ese compromiso, pero se largó sin hacer honor (por lo menos es lo que pretenden que creamos) a la palabra que tanto empeñó. Sin embargo, la realidad es que a lo largo de los seis años de su invasión en Palacio Nacional, los costos de los combustibles se dispararon en el país y obvio este inicio de año no va a ser la excepción. Exactamente igual que lo hizo su patrón, la presidentE con A dijo que no se trata de un “gasolinazo” sino de un ajuste fruto de la inflación; ¿por qué no va y se ajusta el cerebro? Pronto se cumplieron seis años de la llegada de Andrés y la promesa de reducir el precio de los combustibles nunca se materializó. Terminó el sexenio y en el ya pasado 2024, lejos de bajar las gasolinas siguen aumentando en México. De acuerdo con datos oficiales publicados en el sitio PetroIntelligence, en diciembre de 2018, cuando López asumió la presidencia, el precio promedio de la gasolina Magna era de 19.15 pesos; la Premium de 20.62 y el diésel de 19.87. Al cierre del año pasado (2024), el precio promedio de la gasolina Magna alcanzó los 24.02 pesos, la Premium 25.36 y el diésel 25.71 centavos. El chiste es que a partir de hoy, primero de enero, la gasolina Magna cuesta 6.45 pesos más; la Premiun 5.45 y el diésel 7.09 pesos arriba y claro, cada quien pone sus precios. Pero no sólo eso, al aumentar el IEPES también lo hacen, aparte de los combustibles, los refrescos, las bebidas saborizadas y los cigarros. ¡Feliz Año Nuevo! les desea la 4T.