Alejandra Munguía Cambrán

  • Las mentiras son como la caca.
  • Se dijeron extorsionados y resultaron unas fichitas.

• CUANDO FALLA LA JUSTICIA, no solo no cumple con su función de garantizar igualdad y protección de los derechos, sino que genera un daño considerable a la sociedad y a las personas causando sufrimiento emocional a las víctimas y sus familias, además de pérdidas materiales. Fue precisamente lo que enfrentó el empresario, Rubén Alcántara Nava, quien después de 5 años de un intenso y desgastante proceso legal fue declarado víctima de un montaje policial y ministerial, según la sentencia emitida el 9 de abril de 2025, dentro de la carpeta digital UGJTE01/1277/2024. Las mentiras son como la caca más tarde que temprano salen a flote y eso fue lo que pasó en este caso, bastante gacho por cierto, porque fue una manipulación digna de mentes enfermas, quienes en contubernio con las autoridades mandaron al fresco botellón a un inocente y no me refiero al empresario, sino a su chofer, normalmente el hilo siempre se rompe por lo más delgado.

• LA VERSIÓN DE LOS RESTAURANTEROS. Todo se remonta a un año antes de iniciar la pandemia, es decir en el 2019, cuando según los hermanos Muñoz Dromundo, dueños de restaurantes en Polaco y la Condesa, acusan a Héctor Alcántara de extorsionarlos con 200 mil pesos mensuales a cambio de no cerrarles uno de los negocios, según ellos, escudado en su amistad con uno de los trivagos, ¿cuál?, adivinaron el mantenido por la esposa José Ramón y a otros políticos prominentes de la 4T como los entonces senador Martí Batres y el dirigente nacional Morena, Mario Delgado. En el 2020, cansados, dijeron, de estar pagando el cuantioso derecho de piso y después de haber investigado, los dueños del Grupo Restaurantero decidieron presentar dos denuncias por el delito de extorsión en contra de Alcántara Nava y una más en contra de su chofer Isaac Herrera Macorro. Las denuncias se abrieron en la Fiscalía de Justicia de la CDMX con los números de carpeta: CI-FAS/E/UI-2C/D/10855/01-2020, en el caso de Héctor y en el de su chofer con el número de CI-FAS/E/UI-2C/D/00045/01-2020, pero solo detuvieron a éste último y pasó 9 meses en la cárcel.

• EL OTRO LADO DE LA HISTORIA. Como en toda historia siempre hay tres versiones y la del Alcántara Nava, es distinta. En 2019 un amigo y socio de éste, le recomendó a Luis Gonzalo y Rodrigo Antonio Muñoz Dromundo para se hicieran cargo de la operación como administrador y abogado corporativo. Todo funcionó bien de septiembre a noviembre, pero en diciembre todo se fue al caño, cuando no le quisieron pagar sus utilidades y voltearon las cosas. Los Muñoz Dromundo denunciaron que los estaba extorsionando y que los amenazó. Consiguieron protección policial y el 8 de enero de 2020 le dijeron que podría pasar por su dinero, Héctor mandó a su chofer y fue él a quien agarraron los policías ministeriales que protegían a los Muñoz Dromundo. Transcurrió el tiempo y el pasado 9 de abril, un juez determinó el delito de falsedad ante la autoridad en contra de los hermanos Luis Gonzalo y Rodrigo Antonio (tienen nombres de telenovela) Muñoz Dromundo, quienes fueron condenados a más de cinco años de prisión y a una multa por el delito de falsedad de declaraciones ante la autoridad. Su plan para despojar a Héctor Alcántara Nava, de su patrimonio, incluyendo acciones empresariales, licencias, propiedades y derechos comerciales, falló, pero el daño está hecho.

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