Por Alfredo Oropeza
A dos años de este gobierno municipal, lamento observar que en Naucalpan nada ha cambiado, ni nada ha mejorado; sino todo lo contrario, muchas cosas han empeorado.
El municipio está entregado a la delincuencia y la autoridad brilla por su ausencia. A diario conocemos de hechos delictivos lamentables en las calles y en el transporte público, la violencia está en su máximo nivel histórico y el segmento más golpeado por ella son las mujeres: madres, hermanas e hijas, son la población más vulnerable en estos tiempos, en los que sufren de violencia doméstica, acoso en la calle y, en un nivel más doloroso, de violaciones y feminicidios.
Por otro lado, nunca las comunidades habían estado tan carentes de obra pública y por más que tratamos de recordar alguna obra relevante, hecha por la actual administración, no recordamos ninguna. Todo lo contrario, lo único que puede presumirse son obras a medias o sin iniciar, calles en terracería, banquetas a medias, escombros y abandono. No se diga de las vialidades, banquetas, andadores, escalinatas y espacios públicos de cada comunidad, deteriorados por el paso del tiempo y el olvido del gobierno.
La ausencia del gobierno municipal es notoria, aislado de la realidad de cada colonia, pueblo, barrio o fraccionamiento y sordo hacia sus verdaderas demandas, las más básicas y las más necesarias, como las de tener un entorno digno y seguro, en el lugar donde se vive.
Llevo más de dos años recorriendo el municipio, por sus brechas de terracería, andadores, callejones, calles y avenidas, constatando los problemas de cada comunidad. Porque los problemas de Naucalpan están a la vista, tan sólo hay que recorrer sus localidades y confirmarlos escuchando a la gente.
Son años caminando Naucalpan, conociendo su problemática general, como la Inseguridad, el deterioro de su infraestructura o carencia de ella, insuficiencia de vialidades y la caída de la economía local; así también, la problemática particular en cada colonia, pueblo, barrio o fraccionamiento.
Ha sido un tiempo valioso para escuchar a los vecinos y trabajar con ellos, en favor de su comunidad, sin un cargo público, sin ningún puesto político y sin un presupuesto que nos respalde. Simplemente, poniendo por delante la voluntad personal y el amor por nuestro municipio.
Porque amar a Naucalpan es conocer a su gente, su historia, sus comunidades, sus paisajes y el potencial que tenemos para mejorar las cosas, para hacer de nuestro municipio un mejor lugar para vivir, crecer y heredar a nuestros hijos.
He caminado por todo el territorio municipal, por sus bosques, sus barrancas, sus ejidos, sus parajes, sus barrios, sus pueblos, su zona urbana popular, sus fraccionamientos, su zona industrial y, hasta, su zona militar. Para conocer de primera mano la problemática de cada rincón de Naucalpan.
Porque no se puede amar lo que no se conoce, porque no se puede servir sólo con buenas intenciones, si no se tiene presente lo que está a la vista en cada comunidad y se confirma escuchando a la gente.
Estoy convencido que el peor daño, que puede hacer un gobernante a su comunidad, es llegar sólo por llegar, o peor, sólo llegar a servirse y no para servir.
Por ello, es importante tener el conocimiento pleno de las necesidades generales del municipio y las demandas particulares de cada comunidad, para no desperdiciar tiempo, recursos y esfuerzos en ocurrencias, caprichos y banalidades.
El problema de Naucalpan es que se reinventa cada tres años, gobiernos van y gobiernos vienen, y no se construye un plan, proyecto, ni visión de largo plazo.
Por todo lo anterior, tras un ejercicio de reflexión, preocupado porque no hay rumbo en el municipio, ocupado por conocer la realidad de cada lugar y animado por identificar las oportunidades que aún existen, para mejorar las condiciones de cada comunidad, la seguridad y la calidad de vida de los naucalpenses, es que he decidido aspirar a buscar la presidencia municipal de Naucalpan.
Estaré atento a los tiempos que marca la ley electoral y los procesos internos de mi partido, para ser respetuoso de las convocatorias y normas que se emitan, y poder presentar de manera formal mi Intención de participar en la selección de candidato a presidente municipal.
Son tiempos de definiciones para el país, que requiere de los mejores perfiles para corregir el rumbo y presentar los mejores proyectos de gobierno. En su servidor tendrán la mejor disposición de sumar, construir y trabajar, para ganar la siguiente elección municipal.
Porque los naucalpenses tenemos todo para salir adelante ¡Va por Naucalpan!