Por Alfredo Oropeza
El Estado de México está cerca de retroceder a Semáforo Rojo, por el incremento de casos de Covid-19. Lo anterior, debido a que han sido superados los 120 mil contagios confirmados, en las últimas 48 horas, de los cuales fueron certificados dos mil 400 nuevos enfermos.
Pese a lo que trata de ocultar, el Gobierno de 4Ta., la saturación hospitalaria es una realidad y, prácticamente, no se encuentran camas disponibles en los centros hospitalarios habilitados para la atención de Covid-19. A tal grado es el aumento de los contagios, que se está atendiendo la misma cantidad de mexiquenses enfermos, que cuando se registró el pico de la pandemia (a principios de junio) y se está recurriendo a canalizar a nuevos enfermos al Centro de Exposiciones Banamex, habilitado como Unidad Temporal de atención a pacientes con Covid-19, con 854 camas de hospitalización.
De los 52 hospitales habilitados, en el Estado de México, para atender pacientes Covid, ocho están saturados y ocho más con ocupación superior al 90 por ciento. De estos, los municipios con hospitales llenos son Atlacomulco, Ixtlahuaca y San Felipe del Progreso en la zona norte; Toluca y Metepec, en el Valle de Toluca y Tultitlán, Naucalpan, Tlalnepantla, Neza, Ecatepec y Chalco, en el Valle de México.
Naucalpan es uno de los municipios con más contagios de Covid registrados a lo largo de la pandemia, con 9 mil casos; además de Ecatepec, con 14 mil 722 enfermos; Neza, con 12 mil 169 contagiados; Toluca, con 9 mil 470 infectados; y Tlalnepantla con 7 mil 238.
Así mismo, Naucalpan ya rebasa los mil fallecimientos a causa del Coronavirus y actualmente tiene aproximadamente 3,286 vecinos del municipio hospitalizados.
A pesar de los números fríos y alarmantes, en el territorio municipal se refleja una ausencia total del gobierno morenista de Naucalpan. Mientras, se observa a muchos vecinos de Naucalpan llevar su vida cotidiana, por la necesidad de salir a delante y sobre llevar a la pandemia, en la medida de sus posibilidades y recursos.
En los mercados públicos del municipio se puede ver la voluntad de los locatarios y mesas directivas, por tomar medidas de prevención en los accesos, pero la dimensión del flujo de personas, la necesidad de mantener subsistiendo sus negocios y los pocos recursos, hacen insuficientes sus esfuerzos por controlar los riesgos de contagio.
Mientras tanto, el gobierno municipal se nota ausente y distante en tomar medidas serias, para apoyar y ser solidarios con los locatarios de los mercados y la oblación que tiene que acudir a los mercados municipales para abastecerse de los productos básicos para el hogar.
Observamos a un gobierno municipal enclaustrado y aislado en el Palacio Municipal, temeroso de la pandemia y, por ello, impedido de actuar y tomar acciones claras y visibles para apoyar a los vecinos del municipio, que no tienen otra que salir todos los días a ganar su sustento y generar economía, para sostener los sueldos de quienes nos gobiernan y que desatienden su primer deber: garantizar la seguridad e integridad de sus ciudadanos.
Eso sí, lo único que se observa en todos los mercados y entorno a los centros de comercio, son a los inspectores del gobierno municipal, atosigando a locatarios y comerciantes, intimidándolos de manera prepotente y extorsionándolos, para permitirles llevar a cabo sus actividades comerciales.
Las autoridades municipales no muestran ni un gramo de sensibilidad, ante la situación que están viviendo los vecinos de Naucalpan, donde su situación económica ha sido brutalmente golpeada y se ven en la necesidad de salir adelante e ingeniárselas para llevar un ingreso a su hogar.
El gobierno de Patricia Durán se muestra intolerante e indolente ante aquellos comerciantes y locatarios que aún sobreviven y subsisten, ante la pandemia del Covid-19.
Intolerante ante la situación económica que se vive y que exige un periodo de tolerancia, para todos aquellos que se ven en la necesidad de abrir un puestecito o local, para proveer a sus familias; indolente, por que no ha sido capaz de ser solidario y salir del confort de sus oficinas o del home Office, para instalar módulos y controles de acceso, en torno a los mercados y centros de comercio, y dotar permanentemente a la población de lo más mínimo y básico para contener el ritmo de contagios: un cobre bocas.