Por Alfredo Oropeza
El pasado jueves 22 del presente, el Cabildo de Naucalpan aprobó, con la abstención de los ediles del PAN, la contratación de otro crédito bancario hasta por 257 MILLONES de pesos. Lamentablemente este préstamo no es para inversión en obras y programas, que han quedado pendientes en el presente año y que quedaran a medias, sino para cubrir sólo gasto corriente. Es decir, sueldos, salarios, prestaciones y aguinaldos de los casi 10 mil trabajadores de la administración municipal.
Derivado de la grave crisis económica, agravada por la pandemia, que sigue sin contención en el país, y aunado a la falta de una planeación financiera y presupuestal que orden las prioridades en el gasto y el uso efectivo de los recursos, el gobierno de Naucalpan enfrenta una iliquidez para hacer frente a los compromisos de gastos inmediatos y adeudos de corto plazo.
Es conocido por los empleados de la administración municipal que las quincenas y las prestaciones ya no llegan a tiempo, desde el pasado mes de julio, y que los insumos básicos para realizar su trabajo son limitados, como papelería, equipo, herramientas, combustibles y, hasta, los cortes de luz por falta de pago.
En contra parte, a pesar de la situación, las nuevas altas de personal no han cesado, principalmente en la estrategia de la Presidenta de reclutar “operadores políticos” que puedan aportarle la creación de una estructura electoral y sumarle liderazgos, para favorecer sus intenciones de reelección para 2021.
Actualmente, la administración municipal enfrenta una deuda de mil 200 millones de pesos por laudos y juicios administrativos, provenientes de cerca de mil demandas laborales acumuladas; aunándose a ello, la reducción de las participaciones federales en 18 por ciento y l baja recaudación en 40 por ciento, durante este año.
Sin duda, la administración de Naucalpan se encamina al borde de la quiebra financiera y recurre a incrementar la deuda pública, con el inminente préstamo de otros 275 millones de pesos. Con el gobierno de la alcaldesa Durán, los pasivos públicos y privados que heredaran los vecinos de Naucalpan se acumularan a 3 mil millones de pesos, más lo que se sume para soportar el gasto en la compra de una basta clientela electoral para el 2021.