Por: Mátalas Callando

Como cubetada de agua helada cayó a los morenistas del Estado de México la aprobación de los gobiernos de coalición en la Legislatura local. El panorama cambia completamente para su candidata, la delincuente electoral Delfina Gómez.

Es muy posible que a los ciudadanos de a pie les tengan sin cuidado esos menesteres porque sus preocupaciones están enfocadas en otras cuestiones tal y como lo mencionó el diputado Issac Montoya, quien jamás reconocerá públicamente que la unión del PRI-PAN y PRD significa un duro revés para Morena y más aún cuando aún se mantienen en la memoria de muchos,  los no malos sino pésimos gobiernos locales en municipios como Naucalpan, Toluca, Metepec, Cuautitlán Izcalli y Tlalnepantla, solo por mencionar algunos.

Muy cínica resulta la crítica de Montoya Márquez, al sostener que con esa iniciativa sólo se busca repartir el botín y no beneficiar a la gente. ¿Cuál botín?, si ex munícipes como Patricia Durán en Naucalpan y Juan Rodolfo Sánchez en Toluca dejaron de pagar salarios a los trabajadores y por si fuera poco comprometieron por años las finanzas locales. Fueron administraciones marcadas por la opacidad.

La verdad sea dicha sólo son patadas de ahogado pues saben que las cosas se les complicarán al máximo y aunque Morena se mantiene unos cuantos puntos arriba, la coalición Va por el Estado de México acortó la distancia a tan sólo seis puntos, de acuerdo con una encuesta del Financiero.

La misma refiere que Morena y sus aliados registran una caída de tres puntos porcentuales con respecto al mes de julio. Las estadísticas siempre son para tomarse bajo reserva; pero para nadie es desconocido que el priismo mexiquense es fuerte y si se logra consolidar esa coalición se conformará una fuerza difícil de vencer y lo saben perfectamente los guindas.

Aunque tampoco se pueden confiar porque el candidato ya sea priista o el panista Enrique Vargas del Villar, se enfrentará contra todo el poder del Estado y hay un viejo dicho que versa, “las elecciones se ganan a billetazos”.

En un cuento con final color de rosa y en el supuesto de que las próximas elecciones en el Estado de México fueran limpias, el PRI mantendría el poder; pero ese, ese es sólo un sueño guajiro, ya que López Obrador hará todo lo posible para que Delfina Gómez conquiste el principal bastión del priismo y con ello enfilarse para que Morena refrende su triunfo en la elección presidencial del 2024, lo cual dicho sea de paso será una gran desgracia para nuestro país que no aguantará seis años más de saqueos, ocurrencias, locuras y caprichos del tabasqueño, porque aunque ha dicho que se retirará de la política al concluir su administración, la realidad es que seguirá operando en las sombras, sólo su muerte podrá separarlo del poder.

Aún la candidatura del tricolor está entre Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera y aunque no hayan preguntado de todas maneras daré mi punto de vista. Si la mano sagrada del gobernador mexiquense Alfredo del Mazo optara por la actual secretaria de Desarrollo Social, Alejandra del Moral, estaría entregando a Morena la entidad y tres generaciones de gobernadores, su abuelo Alfredo del Mazo Vélez y su padre Alfredo del Mazo González.

Serán peras o manzanas, pero en tanto, el panorama electoral en el Estado de México comienza con un rayito de luz y esperanza para que Morena no llegue a gobernar los destinos de casi 17 millones de mexiquenses.